Realidad + Ficción = Tan fome no soy.

*SALIDA.

En 1973 a un milico se le ocurrió hacerle caso al presidente de Gringolandia – en el contexto de la “Guerra Fría” – y dar un golpe de Estado que permanecería en la memoria colectiva de Chile. Gracias a dicha payasada es que hoy, a casi treinta y cuatro años, no tuve clases y pude salir a caminar ¡gracias milico qliao por haber matao tanta gente!

Salía de mi casa sin un rumbo definido, sólo caminar, porque eso hace bien pa la memoria, o mejor dicho mal porque se te olvida todo, incluso pa que xuxa saliste. La cuestión es que iba por afuera del Mc donalds cuando recién me pegué el cachalope de que habían abierto una entrá por Nemesio… ya filo, ya taba llegando al metro.

Abordé un vagón y me puse a cachar el panorama. Iba solo. Bueno casi solo, porque de ahí caché que durante todo el camino fui acompañado por Saratoga, La Renga y Divididos. Miré que en el metro la mayoría de las personas viaja sola y no está ni ahí con compartir con otros. Todos replegados sobre sí mismos: unos leyendo, otros durmiendo, otros escuchábamos música, en fin, haciendo cualquier wea con tal de no compartir con su “compatriota”. Pero hubo dos que rompieron dicha regla, dos que osaron hablar. Así que paré la oreja. Discutían como dos adolescentes de 17/18 años, me acordé del Ulises.

*UNA REFLEXIÓN ULISEANA DIECIOCHERA.

- “Banderita chilena, banderita pa este dieciocho. Ya po compren la bandera mire que es obligación poner una en su casa” – decía un vendedor que extrañamente iba comerciando dentro del metro.

- “weno, si quiero no mah la pongo” – dijo un xorizo que iba ahí sentado en el piso.

- “No po loco, si somoh chilenoh to´oh, tenemo la obligación de rendirl homenaje a nuehtra patria” - increpó el loco de las banderas.

- “No paja hermano. Shhh, si a las finaleh es pura suerte ser shilenoh” – respondía el otro desde el suelo. “ademah – agregó – qué es ser shileno, si la wa da lo mismo del planeta que erí, igual teni que trahajar pa ganarte loh porotoh”.

- “Lo decí de cagao loco, porque no querí gastar luca en una bandera y de ahí vai pal estadio y gastai como cinco en marihuana y en banderah del Colo” – replicó el comerciante.

- “Weno y wa mía lo que hago con mi plata” – se puso de pie el xorixo, y agregó – “ademáh raspa e aquí porque ta prohibio subirse al metro a vender”.

- “Ya, le dai color xuxetumare, igual vai a estar pegao el en la tele mañana viendo el partío e Chile y la semana que viene pegao en la fonda. Así son toos los que critícan, loco, predican pero no practican” – le salió el poeta y se bajó en el Sotero.

*LÉVI-STRAUSS.

Abandoné el subterráneo en Santa Lucía. “Ya aquí ta bien” - me dije a mi mismo – “veamos que hay afuera” – me ordené.

Al salir encontré, frente a mi, la monumental Biblioteca Nacional. “¡Puta que mala, lo que menoh quiero ahora es leer un libro! Arranqué lo más rápido que pude y doblé po Mac Iver hacia el norte (jajajajaja aquí viene la caminata más weona de mi vida). Doblé por Huérfanos, porque me acordé que cuando pendejo había ido a la “Casa Colorada” que queda en Merced con Estado, ¿Dónde era eso? No tenía idea. Avancé por Huérfanos como un huérfano parando en una tienda donde vendían un órgano que me dijeron que estaba profano porque el cura que lo tocaba se cortó la mano peleando con su hermano quien lo había ensuciado fumándose un habano.

Por fin la calle Estado. Había llegado. Sólo debía ir hacia el norte y llegaba así de rápido a mi destino. Y de manera muy pronta llegué a Merced. Estaba en Plaza de Armas ¡cuánta gente Dios mío! Me puse a observar y me sentí como Lévi-Strauss, el antropólogo que en el siglo XX viajó a Brasil para vivir con los Nambiquara a fin de poder estudiar la diversidad cultural y ver si existe una especie de mancomunión universal en el cerebro humano. Así miraba fascinado a todas esas personas que dormían en los bamcos, que jugaban ajedrez, que contaban chistes ante una multitud, etc. y comencé a adentrarme en dicho escenario cual cazador en la selva. Miré hipnotizado todo espectáculo que pasaba ante mis ojos: la iglesia catedral, el correo central, el hombre con malformación que limosneaba, las escolares que me pidieron cien pesos y que me agarraron pal webeo… y así de distraído caminé sin darme cuenta que pasé por al lado de la “Casa Colorada” y que me fui hacia Ahumada para ver a los cogoteros que muestran en la tele, pero no caché ni uno. Llegué hasta Morandé - “mmm… Morandé 80” – se me vino a la mente. - “podría pasar por donde salió el cadáver de Allende”. Miré la enumeración ¡Estaba en el 300! - “Qué paja ir hasta el 80”. Subí mejor y llegué a “Morandé con Compañía ” (jajajajajajajajajaja).

*MORANDÉ CON COMPAÑÍA.

Me senté ahí a esperar que apareciera el Kike, el Che Copete y la manga de zorricuetas que se suponía que allí encontraría, pero no pasó na tampoco. ¡puta no me pude reír y excitar al mismo tiempo, que es el sueño del pibe ¿no?! Continué por Compañía y ahí estaba el “Ministerio de RR. EE.” y los tribunales de justicia – “mmm… ¿qué relación hay entre el Kike con los tribunales de justicia?” – recuerdo haberme preguntado. Fue esta la cuadra de la reflexión. Porque había mucho edificio en mal estado y recordé la frase “Todo tiempo pasado fue mejor”.

“Parece que la mayoría de la gente cree que todo tiempo pasado fue mejor. Añoran volver el tiempo atrás, pues asocian que la forma de vida que llevan ahora es decadente y que si vivieran en un pasado lejano o cercano serían “felices”. Pero no son muy consecuentes con este tipo de pensamiento. Todos los vestigios del pasado yacen en ruinas. Nadie se preocupa de cuidar los monumentos históricos. ¡Es más, los miran y piensan!: “pfff, la wa fea”, pero olvidan que esa “wa fea” en otro tiempo gozó de esplendor y que también es probable que mientras tuvo dicha eminencia vivió en tal lugar, en esa época, una familia o una persona que se decía para sí: “cómo me hubiera gustaso vivir en otro tiempo”… ¡qué irónico!

Mientras miraba, pensaba y, también, caminaba, ¡¡¡me di cuenta de que soy capaz de hacer tres cosas al mismo tiempo!!! Aunque, tal vez, no cuatro, pues me desvié un poco de mi trayecto hacia la “Casa Colorada” y llegué a “Plaza de Armas”, me fui por Monjitas hacia el oriente ¡estaba al lado y otra vez no me di cuenta! Seguí subiendo y llegué hasta Miraflores. Cuando caché que estaba al lado del “Cerro Santa Lucía” me di cuenta de que me había pasado un poco. Qué loser. Vuelta a Merced. Caminé mucho y como andaba cansao pasé a una iglesia que había por ahí a sentarme. “¡aaaaaah! Que alivio”, me puse a sacarle fotos a la iglesia (ya había sacado hartas fotos más) y en una de esas entra un compadre que se arrodilla, se persigna y me cacha sacando fotos. “Me va a dar jugo” – pensé…

*“IGESIA MERCED”.

“Puta, siempre tengo que descansar en una iglesia. El otro día con la Tamara, ahora solo, puta que soy charcha jajajajajajajaj…” Se me acercó un cristiano y me dijo:

- “Oye ¿por qué tay sacando fotos?” – me preguntó.

- “¿yo?” – (típica pregunta weona)

- “sí po, quién más, si tay solo?” me increpó.

Miré a mi alrededor y, efectivamente, estaba terrible solo, ni un alma por ahí. “xuxa. Qué digo” – pensé.

- “eeeeeeem, ando haciendo un trabajo pa la U” – respondí – “estudio periodismo y necesito fotos de lugares de Santiago”… (jajajaajjajaja, nunca).

- “¡no!, tu quieres profanar nuestro templo” – comenzó a decirme.

Yo mientras me defendía, sonó mi celular. Era mi compañero “El Trasher” y yo el muy wea le tengo un realtone (creo q así se llama la wea jajajajajjaa) de musica “Death”. Tuve que puro virar pa dejar de profanar suelo santo. Iba cagao e la risa por la calle, quería puro llegar a la casa qlia luego pa tomar unas fotos y virar. Estaba a dos cuadras no más porque llegué al toque. Allí estaba la casa wm. Y efectivamente, era colorá la wea.

“puta los weones originales que le pusieron el nombre” – pensé. Me metí pa entro e la casa y salió un viejo. Era el guardia, pero no era el típico guardia qliao pesao que antes había sido paco o gendarme. No. Este era un anciano simpaticón.

*LA LARGA VISITA A LA CASA. (DIÁLOGO)

- “Hola joven, ¿a qué viene?

- “Hola, vengo a cachar un rato la casa po”

- “Eeeeh, no joven, la casa está cerrada los lunes. Eso cualquiera lo sabe”.

- “¿Qué cosa?”

- “Que los museos y este tipo de cosas se cierran los lunes”.

- “…”

- “…”

- “aaaah, no caxaba”

- “Shhhh, ¿Y de qué planeta viene ud.?

- “Bueno, como dice la canción de un: “Caminito al costado del mundo/ por ahí he de andar/ buscándome un rumbo/ ser socio de esta sociedad/ me puede matar”.

- “aaaaaah, ¡ud. es uno de esos estudiantes de literatura o filosofía y esas cosas que después no tienen pega!”

- “jajajjajajaja, sí de esos mismos”.

- “sí pues. ¿Ve ud. a ese mendigo que está ahí?”

- “sí, lo veo”.

- “ese gallo tiene un post-doctorado en filosofía en Oxford y mírelo ahí tirado”.

- “…”

- “ya sabe si quiere venir, venga de Martes a Domingo”.

- “ya”.

- “y no venga solo, que igual es fome”.

- “Sip, tiene razón”.

- “invite a un amigo mejor”.

- “Shhhhh, mejor invito a una amiga, sería filete”.

- “jajajajajaj, tiene razón”.

- “sipo, ademáh que el otro día salí con una niña y me reí caleta, pero aposté a perdedor y la vendí parece”.

- “Suele pasar, Le apuesto a que piensa que es fome lo que ud. hace porque ella hace otras cosas y en ese ámbito son diferentes”.

- “¡exacto!”.

- “Pero bueno, usted quiere conocer un espejo entonces…”

- “…”

- “La magia está en la diferencia, lo que ud. hace no es fome, es distinto no más. Hay que ser un ganador. Siga jugando no más, TOTAL TIENE MUCHO QUE GANAR Y POCO QUE PERDER. Lea el capítulo XXI de “El Principito… ahí puede aprender algo”.

- “weno. Adiós”.

- “Que le vaya bien, en una de esas nos volvemos a ver…”

*EL REGRESO A CASA.

Me quedaon dando vueltas las palabras del caballero. Así que pasé a una librería por ahí y leí el capítulo XXI de “El principito” y me cagué de la risa, pese a que hice algunas objeciones respecto de este. Calle Esmeralda, “Palacio Bellas Artes”. Un grupo de gente joven haciendo arte. Puros locos wm, vestíos de toos colores con pelos verdes, zapatillas moraas, cordones rosaos, pelaos con un solo dreadlock, etc. puros payasos pirotécnicos. Como que fuera necesario ser así pa ser artista, pero al final es puro “post-modernismo”. ¡Qué pasó con la época en que había que tener un don pa ser artista! Ahora cualquier wa es arte. Mejor me jui pa la estación del metro y viré comiendo maní salao, unas carioca y tomándome una pepsi.

*EPÍLOGO.

Iba llegando a mi casa, piola a descansar, taba a pasos y de repente me acordé: ¡Chucha, tengo que ir al pan! Partí pal Tottus - después de hacer una llamada ; ) – allí había una cola infernal de gente esperando el pan. “ni cagando hago fila” – pensé. Me puse too barsa por ahí cerca de esperar el pan. Mientras esperaba caché al taita del Ulises haciendo fila… ¡Puta que es nembo! Le hice una seña pa que viniera onde mi y se acercó dubitativo.

- “Aquí no hay que hacer fila, hay que ser vio” – le dije.

- “Es que igual hay cualquier gente” – me respondió.

- “Na, preste pa cá la bolsa, yo le saco pan”.

Mientras esperábamos estaba pesando el pan esa mina que hasta hace un tiempo me mataba, no sólo por el color de sus ojos, sino por el nombre que tenía. Recuerdo que una vez traté de hablarle, pero me dio la media cortá (jajajajaj q loser). Ahora ella me mira como esperando que le hable otra vez, pero ya era creo. En fin, estaba preparando un comentario de alabanza que hacerle al viejo del Ulises con respecto a la niña, pero él se me adelantó y expresó:

- “Puta que me cae mal esa wna que pesa el pan”.

- “¿Por qué?” – pregunté yo.

- “Se cree la muerte donde tiene los ojos claros y no faltan los weones que se acercan a hablarle”.

- “(jajajajjajajajajajjajajjajajajajjajaj. Weones como yo)” - pensé.

No me paraba de reir por dentro… por fin alguien decía algo sobre mi sin saberlo…

- “Y bueno”, - pensé – “Tiene razón. ¿De qué sirve tener los ojos verdes, si no veí verde, ni siquiera cuando te fumai un verde?