HaCiEnDo CoSaS RaRaS PaRa GeNTe NoRMaL...

*EL ESPERPENTO Y LOS OJOS CRISTALINOS.

… así que ahí tabamo los dos riéndonos, porque eso es lo que más hacemos cuando salimo “por ahí donde sea”. Seguramente yo estaba poniendo palabras xistosas y “modernas” en la boca de Protágoras cuando lo hago interactuar con Sócrates. Admito que igual era tarde pa andar donde tabamo, pero yo me echaba unas mirás y la única gente mala que veía eran potenciales pacos bota xelas, el resto: puros peazo `e longis pa un xorizo como yo que andaba con su polerón “Reebok” bien puesto… ¡shhh la tenía loca! Al menos eso creía yo… pa mi socia como que los xorizos no son chascones ni tienen barba. Esto porque a caa rato miraba con desconfianza hasta las ojas que caían de los árboles.

De pronto, queridos lectores, miro de reojo y veo que venía un loco hacia donde tabamo nosotros.

“- Comparito, disculpe que lo moleste con una gambita” – me dijo. Yo me paré sobre la banca y mientras buscaba una monea en el bolsillo lo miré bien. Era un estropajo. Niun brillo. Una mezcla del naufrago con el palomo. Jjajajaja, me dio hasta un poco de pena como se tambaleaba mientras esperaba que yo soltara una gamba… De eso típicos borrachines amistosos que paran a meterte conversa y te quieren dar la mano y weas. Le pasé los cien.

“- Vale compare” – me dijo… ¡hasta educao el wm! Me sorprendió. Miré a mi interlocutora y eso si que me exaltó aún más. ¡Yo que estaba hablando con una xica que parecía dura! La miré a los ojos y descubrí en ella unos ojos cristalinos puros. “¿Le dio pena?” me pregunté.

“- Ooooooh, me dio susto, pensé que nos iba a asaltar” – me confesó.

Jjjaja me dio risa, pero así como una risa con ternura, el tono de su enunciado, su cara… se transformó en un segundo. El esperpento me había robado a la xica dura y me devolvió una niña bien tierna de ojos increíblemente cristalinos. Confieso que me conmoví tanto que me dieron ganas de abrazarla y cobijarla, pero no me quería aprovechar de la situación… en ese momento aún había una distancia que separaba nuestras presencias… más tarde se volvió a asustar con un ciclista.

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Fue muy extraño, en esta ocación me bajó un Nicanor Parra en vez de un Neruda. Así que escribí este anti-poema.

*BESOS SABOR ALGODÓN DE AZÚCAR.
(Un acto de habla realizativo afortunado según John Austin)

Hasta hace poco
besos sabor a xela
o besos sabor tabaco
era todo lo que me daban.
¡Incluso sabor a yerba,
los viernes cuando carreteaba.
Pero ayer todo fue muy chistoso
porque sin que me preguntara
confesé, no sólo que me gustaba,
sino que también un beso
yo anhelaba.
Se sorprendió un poco y me dijo
que si quería saber
lo que ella quería
que porqué no le preguntaba.
Muy fiel a mi estilo,
fingí que el tema ahí se acababa.
¡Todo el mundo sabía
como la historia terminaba!
Viejo truco sofista
es manejar la elocuencia
para que el tema se desviara.,
para que los dos que allí estaban
de otra cosa hablaran.
Dejándo lo mejor para el final
y guardando unos pocos para mañana.
De esos besos sabor algodón de azúcar,
esos que ayer me dio la Tamara.

- Un TaL DaNieL.